Alfredo Casero es una de las figuras más singulares y multifacéticas del arte argentino. Actor, humorista, músico y creador incansable, su carrera abarca más de tres décadas de innovación y provocación en televisión, cine, teatro y música. Desde sus inicios en el circuito underground hasta convertirse en un ícono de la cultura popular, Casero ha
Alfredo Casero es una de las figuras más singulares y multifacéticas del arte argentino. Actor, humorista, músico y creador incansable, su carrera abarca más de tres décadas de innovación y provocación en televisión, cine, teatro y música. Desde sus inicios en el circuito underground hasta convertirse en un ícono de la cultura popular, Casero ha dejado una huella imborrable en el entretenimiento nacional.
Orígenes y formación
Nacido el 12 de noviembre de 1962 en Vicente López, provincia de Buenos Aires, Alfredo Ángel Casero se formó actoralmente bajo la tutela de Norman Briski en 1987. Pronto se sumergió en la escena teatral alternativa porteña, donde comenzó a forjar su estilo característico: una mezcla de humor absurdo, improvisación y crítica social. Su primer gran salto a la televisión fue en 1992 con el programa De la cabeza, emitido por América TV, donde compartió pantalla con Fabio Alberti y Diego Capusotto. Este ciclo sentó las bases para lo que sería su obra más emblemática: Cha Cha Cha.
“Cha Cha Cha”: el fenómeno del humor absurdo

Emitido originalmente entre 1993 y 1997 por América TV, Cha Cha Cha se convirtió en un programa de culto que revolucionó el humor televisivo argentino. Inspirado en el estilo de los Monty Python, el programa presentaba una sucesión de sketches surrealistas y provocadores, con personajes memorables como Juan Carlos Batman, el gurú hindú Siddharta Kiwi y el mártir Peperino Pómoro. La creatividad desbordante de Casero, junto con la colaboración de Alberti y Capusotto, dio lugar a un lenguaje humorístico único que desafiaba las convenciones y se burlaba de las instituciones establecidas.
A pesar de su cancelación en 1997, Cha Cha Cha dejó una marca indeleble en la cultura argentina. En 2024, Casero anunció su intención de homenajear el programa a casi tres décadas de su última emisión, recordando su impacto y legado en el humor nacional.
Transición al cine: versatilidad actoral
Casero ha demostrado ser un actor versátil, participando en una variedad de películas que abarcan distintos géneros. Entre sus trabajos cinematográficos más destacados se encuentran:
- Felicidades (2000): una comedia negra dirigida por Lucho Bender.
- Antigua vida mía (2001): basada en la novela de Marcela Serrano, donde interpretó a Alejandro.
- Todas las azafatas van al cielo (2002): dirigida por Daniel Burman, en el papel de Julián.
- Dos más dos (2012): una comedia sobre intercambio de parejas, donde encarnó a Pablo.
- La reconstrucción (2013): un drama dirigido por Juan Taratuto, interpretando a Mario.
- El fútbol o yo (2017): una comedia protagonizada por Adrián Suar, donde Casero interpretó a Roca.
Estas actuaciones reflejan su capacidad para transitar desde la comedia más disparatada hasta roles dramáticos con profundidad emocional.

Trayectoria televisiva: más allá del humor
Además de Cha Cha Cha, Casero ha participado en numerosas producciones televisivas que evidencian su talento actoral:
- Vulnerables (1999-2000): interpretando a Roberto Chitti.
- Culpables (2001): como Aníbal Villini.es.wikipedia.org
- Locas de amor (2004): en el papel de Roque Rizzutti.
- Farsantes (2013): como Marcos Labrapoulos.
- Guapas (2014-2015): interpretando a Oscar Falcón.
Estas participaciones demuestran su habilidad para adaptarse a distintos formatos y géneros, consolidándose como un actor integral en la televisión argentina.
Teatro y música: exploraciones artísticas
Casero también ha incursionado en el teatro y la música, expandiendo su creatividad más allá de la pantalla. En el ámbito teatral, ha presentado espectáculos unipersonales como Sólo para entendidos, donde combina monólogos, música y humor en una experiencia íntima con el público.
En la música, su proyecto más reconocido es el álbum Casaerius (2002), que incluye la canción Shima Uta, interpretada en japonés. Este tema se convirtió en un éxito en Argentina y fue elegido como himno no oficial para la selección nacional durante el Mundial de Fútbol 2002 en Corea y Japón.
Reconocimientos y legado
A lo largo de su carrera, Casero ha recibido múltiples premios que reconocen su contribución al arte y la cultura:
- Premio Konex 2001: Unipersonal.
- Premio Konex 2011: Actor de Televisión.

Su influencia es evidente en generaciones posteriores de humoristas y actores que han adoptado su estilo irreverente y su enfoque experimental. Programas como Todo x 2 pesos y Peter Capusotto y sus videos son herederos directos de la estética y el espíritu de Cha Cha Cha.
Conclusión
Alfredo Casero es un artista integral cuya obra ha desafiado las convenciones y ha enriquecido la cultura argentina con su originalidad y valentía creativa. Desde el humor absurdo hasta el drama más profundo, su versatilidad y compromiso con el arte lo convierten en una figura indispensable del panorama artístico nacional. Su legado perdura en la memoria colectiva y continúa inspirando a nuevas generaciones de creadores.
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